4 lecciones de vida que aprendí con Navillera

Hace unas semanas que vi Navillera. Mi gran miedo en su momento era que podía ser excesivamente lacrimógena, y la verdad es que yo con el melodrama chungo no me llevo nada de nada. Lo cierto es que me encontré con un drama precioso, con una carga emocional bestial que me removió por dentro y me hizo llorar, pero lágrimas rosas de sirena y no de tristeza. Son de estos dramas que se van quedando y van volviendo de vez en cuando, y pasadas unas semanas, os puedo contar 4 lecciones de vida que aprendí con Navillera 🙂

¿De qué va Navillera?

Navillera es un drama de 12 capítulos de 1 hora que está disponible en Netflix España. En Navillera, un abuelillo, Doek Chul (Park In Hwan, 1944) quiere cumplir su sueño de aprender ballet a sus 70 años. El destino hace que se encuentre con Chae Rok (Song Kang, 1994), un bailarín un poco roto por dentro que también persigue su sueño de ser bailarín clásico.

Me hubiera gustado ver más por parte de Song Kang, la verdad, pero también pienso que lo tenía difícil porque el personaje de Doek Chul es totalmente encantador y desgarrador y se come la pantalla por todos lados. Aparte de eso, el personaje de Song Kang es un gran compañero para este entrañable abuelo y creo cumple su papel correctamente.

Si me preguntas si recomiendo Navillera o no, es un sí, pero tienes que saber que puede ser que te remueva por dentro. Que no es un melodrama al uso, pero que sí que es probable que termines llorando.

AVISO. Aunque no hay spoilers expresamente ni nada que afecte muchísimo a comprender la trama, sí que puede llegar a haber referencias a la evolución de los personajes que pueden llegar a considerarse spoilers. Así que si tienes el nivel de tolerancia a los spoilers muy bajos, no sigas leyendo.

4 lecciones de vida que aprendí con Navillera

Una vez visto de qué va Navillera, os cuento estas 4 lecciones de vida con las que me quedo, aunque seguro que hay muchas más porque cada uno hace su propia lectura.

1. Nunca es tarde para perseguir tu sueño

Quizás esta es la reflexión más obvia cuando piensas en el plot del drama: un hombre de 70 años que sueña con ser bailarín clásico y lo intenta en su tercera edad. Pero creo que va un poquito más allá y afecta no sólo a Shim Deok-Chul (el abuelillo), sino que el mismo personaje de Song Kang, Chae Rok, también le pillaba «tarde» y lo dice: intenta convertirse en bailarín después de años jugando a fútbol. Lo normal es que ya empiecen desde pequeños y Chae Rok empieza ya mayorcito.

A lo que voy es que no importa si es que tienes 20 o 70 años, si no estás conforme con lo que tienes o lo que eres… go for it! Nunca es tarde. Yo tengo un motto de vida que he segudi con los años y es este tan simple: «no eres un árbol, si no estás a gusto, muévete.«

2. Lo importante es intentarlo y dar lo máximo de uno mismo

Suena un poco a cliché lo de «no importa ganar o perder, lo importante es participar», pero es que realmente creo que es cierto.

El deseo de Deok-Chul de querer ser bailarín le sacudió de golpe, sin quererlo, cuando escuchó una preciosa melodía que le llevó a enamorarse del baile de Chae Rok (o de su doble, que lo hace genial jajaja) y recordar su deseo de niñez de convertirse en bailarín. Como soñar es gratis, y aunque él era consciente de sus limitaciones y de su edad, su sueño siempre fue volar y y actuar en público. Él sabía que eso era prácticamente imposible, pero aún así no cejó en su empeño: practicó, practicó y practicó hasta sacarse callos en los pies. Se cayó mil veces y se levantó mil una. Y quizás nunca fue el mejor bailarín, pero desde luego llegó al máximo de lo que él podía llegar a hacer.

En realidad, a quien este abuelillo quería convencer y a quien estaba retando era a sí mismo. A su equilibrio, a su fuerza de voluntad (que durante años demostró que era titánica), a su perseverancia, a sus sueños. Por eso, no siempre podemos conseguir lo que queremos, sobre todo si nuestros sueños no son del todo realizables, pero lo importante es intentarlo, perseverar y trabajar duro para mejorar y ser mejores, sobre todo, por uno mismo. Quizás no seamos los mejores, pero sí que podemos llegar a ser la mejor versión de uno mismo.

3. Quien de verdad te quiere, te aceptará como eres

El escenario para el poble Doek-Chul, que únicamente quería cumplir su sueño, era complicado, sobre todo en una sociedad tan conservadora como parece ser que es la coreana (aunque estoy convencida de que aquí también habría costado). ¿En qué cabeza cabe que un abuelo de 70 años se ponga a aprender ballet clásico? El miedo a que te acepten tus seres más queridos, o el qué dirán de tus vecinos y amigos es totalmente real, por muy convencido que estés de tus metas y objetivos.

En el caso de Navillera vemos un ejercicio de reflexión y aceptación brutal por parte de los más cercanos a Doek-Chul, una transformación que a mí me hizo odiar para luego querer muy fuertemente. Me encantaron.

Así que parece obvio, pero quien bien te quiere, te aceptará como eres y apoyará en la medida de lo posible. Ya sea que te pongas a bailar con 70 años, o que quieras ser pintor impresionista, que te guste el mismo sexo o sexo opuesto, o que quieras dejarlo todo para ir a dar la vuelta al mundo. Los que te quieren, te querrán por cómo eres.

4. La vida es eso que pasa mientras haces cosas

Este abuelillo, Doek-Chul, había dedicado su vida a hacer cosas: casarse, ver crecer a sus hijos y nietos, apoyarles, formarles, quererles, y también había trabajado mucho, ¡muchísimo! Tenía que sacar adelante a sus 3 hijos así que se tenía que deslomar trabajando. Y de pronto, un día, el calendario empieza a quedarse sin hojas y se da cuenta de que 70 años y está jubilado. Y que todos sus amigos y compañeros también, y que empiezan a desaparecer. Y mira hacia atrás y no deja de sentirse orgulloso por todo lo que ha hecho y la familia tan bonita que tiene, ¿pero y su sueño?

Así que sí, el tiempo pasa echando leches, y el día a día nos come, pero tenemos que sacar un hueco para ser felices, para dedicarnos a nosotros mismos y a nuestros sueños.

Supongo que detrás de este kdrama hay mucho más que estos 4 mensajes, cada uno hace su interpretación y le llega, o no, de diferente manera. Pero sin duda, estas son las 4 lecciones de vida que aprendí con Navillera